viernes, 13 de julio de 2018

Hazme una pregunta

Daban las doce en punto de la noche y, para variar, no lograba conciliar el sueño. Soy la típica chica que decide dormirse a elevadas horas de la noche, se despierta muy temprano y luego se anda quejando con todos, todo el bendito día, de tener sueño. Mis ojeras no mienten, se me ha vuelto un terrible hábito trasnochar sin tener necesidad... pero, ¿quién no lo ha hecho? Bien dicen por ahí que durante la noche es que suceden cosas interesantes, y esta vez no fue la excepción.
Andaba navegando por mi Instagram, viendo las historias que subían mis amigos y familiares. Y fue ahí que descubrí esa nueva función para las historias de la plataforma, la modalidad de "Preguntas". Consistía básicamente en un recuadro en donde cualquier persona que viera esa historia podía preguntarte algo, cualquier cosa. Todo el mundo la estaba usando. Estaba en todas partes, era una plaga. Sin lugar a dudas, las modas mueven a las masas. Lo popular se devora al mundo en un par de segundos.

No suelo hacer esas cosas lo que todos dicen, pero en esta ocasión sí que se despertó mi curiosidad y me uní al rebaño. Publiqué una foto mía en mi historia y usé la nueva función, esperando a ver qué pasaba...
Al cabo de una media hora, volví a revisar la aplicación y noté que ya había levantado reacciones. Encontré preguntas, en su mayoría de chicos, como: "¿Tienes novio?", "¿Por qué ya no me quieres?", "Me gustaría salir contigo", "¿Por qué tan creída?" y otros más, parecidos todos. Los conocía a todos; las preguntas no son anónimas, únicamente las respuestas (si decidía publicarlas, claro). Sin embargo, hubo una pregunta en particular que me dejó sumamente intrigada. Me había cuestionado un tal 'rob_xx6', y decía: "¿Quieres jugar conmigo?". Yo no conocía al usuario que me estaba lanzando dicha interrogante, así que ingresé a su perfil. Es más, ni siquiera nos estábamos siguiendo. Sé que llegó a mi historia porque mi perfil es público para cualquier persona. No tenía seguidores y únicamente estaba siguiendo a una persona. No tenía ninguna imagen en su galería, pero en su foto de perfil se podía apreciar a un muchacho joven. Innegablemente apuesto. Me guié únicamente por eso, así que respondí a su pregunta únicamente con un "sí".

Preguntas me seguían llegando con el paso del tiempo y yo las seguía respondiendo. Era una divertida forma de interactuar con los demás. Al cabo de unos cinco minutos me llegó otra pregunta del usuario anterior; "Adrián o Rubén, ¿a quién salvas?". Adrián es mi amigo de la infancia, nos conocemos prácticamente desde que tengo memoria. A Rubén lo conocí ya estando en la universidad, desde ese entonces somos inseparables. Ambos son mis mejores amigos, no podría decidirme por uno aunque quisiera. Pero ya que 'rob_xx6' los conocía, entonces supuse que alguien me estaba jugando alguna broma de mal gusto. Sospechaba que alguien se había creado una cuenta falsa para joderme un rato, así que no le presté más atención. No respondí. Unos minutos después, una ola inmensa de spam me empezó a llegar. No únicamente a mi historia, sino también mensajes directos. Cientos y cientos de ellos, y todos decían lo mismo; "Responde". Me sentí acosada, asediada y sobretodo enojada. Quise bloquear a este idiota, pero por alguna extraña razón no podía. Mi teléfono o la aplicación andaban fallando, pensé. Así que, sólo para que se detuviera, le contesté. Mi respuesta fue Rubén, ya que es alguien que actualmente veo casi todos los días, salimos frecuentemente... y a Adrián hacía ratos que no lo veía, pero no era nada personal, sólo seguía el juego. 

No pasaron muchos minutos cuando recibí la tercera pregunta y ya comencé a sentir un mal presentimiento de todo esto. La pregunta era "Sofía o Marcos, ¿a quién salvas?". Definitivamente tenía que ser alguien que me conoce muy bien para saber quién es mi mejor amiga de toda la vida y mi actual pareja, con la que llevo apenas tres meses. Mi respuesta fue evidente, pero justo después de eso fue que me di cuenta de algo. Él... o ella... había cambiado su foto. Ya no mostraba más al joven apuesto, ahora era una foto totalmente negra. No había nada más que oscuridad. Aún no asimilaba las cosas, pero no quería lidiar con eso en ese momento. Así que decidí cerrar mis ojos y dormirme, dejando mi teléfono bajo mi almohada. Unos segundos más tarde mi teléfono empezó a vibrar alocadamente, mensajes directos que me decían "Responde" empezaron a llegar nuevamente, haciéndome entender que este tipo ya me había hecho otra pregunta. Desactivé el internet. Ya estaba harta de esta situación. Pero era inútil, pues ahora eran SMS los que me llegaban al teléfono con el mismo mensaje. No podía creer lo que estaba sucediendo, y me negaba a obedecer a este... lo que sea. No podía obligarme. Apagué el teléfono y le saqué la batería, con esperanzas de que todo acabaría. Llegué incluso a creer que ya estaba dormida y que esto sólo se trataba de un sueño, de un mal sueño, de una pesadilla. Pero no, esto realmente estaba pasando. Y mi pesadilla se volvió realidad cuando mi teléfono se encendió otra vez, aún sin tener batería, e ingresó directamente al Instagram, aún sin estar conectada a internet. ¡Qué locura!
Ingresé de nueva cuenta a su usuario; todo seguía igual. Quise ver quién era esa única persona a la que estaba siguiendo, pero me arrepentí luego al saber que ese único contacto tenía de nombre "NO PUEDES ESCAPAR" al lado de una imagen de un cráneo con ojos rojos. Pero no era un contacto... es decir, no podía acceder a él, únicamente parecía ser un mensaje, un anuncio. Tenía una nueva pregunta, era "Blaky o Sansón, ¿a quién salvas?". Son mis perros, ambos se encuentran en la terraza, durmiendo. Juro por mi vida que son pocas las personas que se saben los nombres de mis perros, y ninguna de esas personas me haría daño. Estoy casi segura. Tenía un escalofriante augurio de lo que se vendría. Comprendí que me había metido con la persona equivocada, me metí en un "juego" y no sé cómo salir de él. Aún así, tenía que hacer una prueba. Tenía que comprobar si "lo que estaba jugando" era precisamente eso, un juego y nada más. Mi cerebro decía sí, y mi corazón decía no. El juego avanzaba sólo hasta que respondía a su pregunta... si hacía alguna otra cosa, se me obligaba a responder. Entre lágrimas respondí "Sansón. Ya no quiero jugar".
Y justo en el momento en que presioné "Enviar" me destrocé en llanto al escuchar el desgarrador grito de Sansón. Fue un grito tan doloroso, mi corazón se partió. Fueron unos escasos segundos, pero para mí duraron toda una eternidad. No podía ser una simple coincidencia, con la muerte de Sansón me quedó claro que esto era más que un juego. Era algo macabro, siniestro, diabólico... no sé por qué o para qué me quería. Caí en la cuenta de que ese algo o alguien no sólo había asesinado a Sansón. Adrián y Marcos seguramente estaban muertos también. El miedo me paralizó a tal nivel que no quise subir al segundo nivel y revisar. No sé si fue producto de mi imaginación, pero escuchaba pasos en la terraza. Ya no quería seguir con esto, me rehusaba a continuar con esa cadena de asesinatos.

Me quedé sentada en mi cama, en posición fetal, apretando lo más que podía mis piernas hacia mi pecho. Mis sollozos eran imparables. Como era de esperarse, la enceguecedora luz de la pantalla de mi teléfono se encendió disipando la penumbra e indicando nuevas notificaciones. "rob_xx6" no iba a parar, no se detendría. Mi teléfono enloquecido por la gran cantidad de mensajes entrantes estaba al borde del colapso. Pero no quería tomarlo. No quería enterarme entre qué otros seres queridos me pondría a elegir. Le hablaba a la nada suplicándole piedad, que ya no era mi deseo seguir jugando, que quería que todo volviese a la normalidad. Justo cuando estaba a punto de gritar, mi teléfono se detuvo. Dejó de vibrar, su luz se apagó. Tras unos segundos decidí tomarlo y revisarlo. El último mensaje SMS era diferente, éste decía "Dos turnos más y el juego terminará". No fue el mejor consuelo, pero el juego terminaría... era lo único que quería. Revisé la pregunta y me quedé pálida al leerlo, "Tu mamá o tu papá, ¿a quién salvas?".
Corrí hacia la puerta, pero de repente la puerta de mi habitación se cerró por sí sola con una potencia inhumana. Comencé a golpear la puerta y a gritar esperanzada de que mis padres se despertaran. Lloraba y gritaba, pero todo era en vano. Me quebré, toqué fondo y estaba incontenible. Me había colocado en la peor posición del mundo, era indudablemente una pregunta sin respuesta. Me tiré al piso... débil, sin nada que hacer. Y simplemente me quedé así... por varios minutos... hasta que, nuevo mensaje... "Decide ahora, o ambos morirán". Ya estaba resignada, después de todo yo ya no sería la misma, mi vida estaba devastada. Comprendí que debía pensar con la mayor frialdad del mundo y controlarme. Escribí "Mi mamá". Mi vista se perdió en las tinieblas, estaba atravesando una batalla no sólo emocional sino psicológica. Reaccioné al momento de escuchar un finiquitante disparo. Suspiré de inmediato, exhalando mis pecados. No entendía por qué yo, qué había hecho para terminar en esa posición. Se me vino a la mente aquella noche que jugué a la ouija con mis amigos, pero nada pasó... acontecimiento que tuvo lugar hace más de dos años.

Me entró un nuevo mensaje, ni siquiera lo leí. Sabía lo que decía. Así que sin pensarlo dos veces fui a chequear las preguntas en esa historia que le dio inicio a todo este infierno. Y en efecto, se encontraba ahí, esperando por mí la última pregunta. "Tú o el mundo, ¿a quién salvas?". Y bueno, si estás leyendo esto sabrás cuál fue mi respuesta.



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