jueves, 12 de julio de 2018

La reflexión del león

¡Atención, atención!rugió el imponente rey de la selva Ya saben para qué es esto. Nos hemos reunido hoy para platicar acerca de nuestro futuro. Del futuro que les legamos a las generaciones venideras. No podemos simplemente dar nuestro brazo a torcer frente a los humanos

Y bien, ¿qué piensa hacer, su alteza?— surgió de entre las sombras el solitario lobo, exclamando con evidente ironía  Si esta reunión es para avisarnos de que muchas especies se encuentran al borde de la extinción, de que muchas otras se encuentran cautivas... sólo Dios sabrá el tipo de atrocidades que están sufriendo, de que están destruyendo nuestros hogares y que en cuanto a nosotros, debemos andarnos con extremo cuidado, siempre alerta para salvaguardar nuestras vidas y la de nuestras crías, ahórreselo. Lo sabemos desde hace cientos de años. Estamos desapareciendo... ¡Nos están matando sin ninguna razón aparente! Y usted sigue ahí sin hacer absolutamente nada, posando de falsa majestuosidad. Disfrutando de un título no merecido    

Cuidado con tus palabras, lobo. Podrían ser tus últimas encaró el león ¿O es que acaso quieres que te recuerde por qué fuiste expulsado de tu manada? 

¿O si no qué? continuó el provocativo lobo sin perder su serenidad ¿Mandarás a las leonas para que hagan el trabajo por ti?, como siempre. Te diré algo, si algún día me topo con algún humano y mi derrota es inminente, preferiré mil veces morir que vivir en esclavitud. A diferencia de los tuyos, mi sangre jamás trabajará para el circo

Creo que debemos apaciguar nuestros ánimos antes de crear una guerra entre nosotros mismos— dijo la pacífica jirafa Pese a que hemos comparecido tanto carnívoros como herbívoros, tengamos claro que acá todos somos los agraviados. Y, hablo por las cebras y las gacelas, cuando les digo que yo como jirafa me encuentro doblemente amenazada a desaparecer; por los hombres y por ustedes, depredadores. Claro, sin contar que están arrasando con nuestros ecosistemas y la comida escasea terriblemente

Concuerdo con la jirafa se unió, el respetado por todos, elefante Ustedes, depredadores, fueron bendecidos con garras, agilidad, olfato, instinto de cazador, sed de sangre. Y aún así les temen a los hombres. Yo por mi parte, fui dotado en tamaño, en fuerza, en peso, en cerebro, incluso en corazón. Pero soy muy lento, un blanco fácil a larga distancia. Caso parecido al rinoceronte. Tardo veintidós meses en reproducir a otro de mi misma especie y eso me juega en contra en estos tiempos tan hostiles

Si se me permitiera opinar descendió desde las alturas el perspicaz águila Creo que el principal problema acá es el plomo. Los humanos no son nada sin sus preciadas balas. Los venados, las liebres, los cerdos salvajes, las aves, incluyéndome, le tememos al maldito calendario cinegético. Y lo peor, son esos asquerosos perros de caza, traidores caninos que se unen a su causa. Pero, ¿qué podemos hacer nosotros? somos más efectivos en un cuerpo a cuerpo, que a una batalla a distancia

El águila te ha tocado un punto muy puntual que te ha dejado en evidencia volviéndose el león a encarar al lobo, atacándolo extrañamente a palabras Tus hermanos, los caninos; concretamente los perros, la mayoría de ellos... son una vergüenza, una deshonra para el reino salvaje. Cobardes que aplican a la perfección el "si no puedes contra ellos, úneteles". Creando innecesariamente lazos de amistad, vínculos de afecto que les da un lugar en el mundo de los humanos

Silencio, gato dijo el lobo callando al león.

El león ofendido por las insolentes palabras del lobo, se había dispuesto a lanzarse al ataque. No obstante, fue detenido justo a tiempo por las leonas y otros felinos como el leopardo, el puma, la pantera, el lince, ante la mirada burlesca del lobo, quien se reía junto a los suyos; chacales, zorros, coyotes. Inclusive se llegó a escuchar las molestas risas de las hienas. Sin embargo, quienes realmente llegaron a imponer orden y separar a ambos clanes fue el poderoso tigre de bengala y el gran oso pardo.

Creo que no se puede hablar sin saber realmente los hechos exclamó calladamente el caballo después de un incómodo silencio Ustedes no saben lo que significa vivir junto al humano, no tienen ni idea. Piensan que porque nosotros somos animales domesticados ya tenemos nuestra vida arreglada... los humanos... son unos monstruos. Claro, hay excepciones, pero la gran mayoría nos ve de dos formas: como instrumentos de trabajo y como comida. No saben lo que significa para una gallina, tener a sus polluelos y que desde antes de nacer ya tenían un destino. Muchos pollos no llegan ni a nacer, porque los devoran. Y los que llegan a nacer, tendrán una vida insignificante.  Vivirán para huir de sus depredadores, o para engordar y ser devorados al final. No saben lo que significa para una vaca o un cerdo, ser engordado y asesinado de las peores maneras que se puedan imaginar, para que los hombres se alimenten de su carne. Y es que lo peor no es que nos maten, sino la forma en que nos matan. Hasta para matar hay formas, pero ellos prefieren la más cruel, la más inhumana, la más severa. Acuden a la tortura para finalmente quitarnos la vida. Ustedes no saben lo que significa para un gato o un perro callejero, ser rechazado y despreciado por todos los humanos, incluso hasta lastimado. ¿Qué les hemos hecho a los hombres para que sean tan perversos y despiadados con nosotros? Ustedes no saben lo que significa para nosotros los caballos depender del correcto funcionamiento de nuestras extremidades, porque el día en que nos doblemos una, ese día tendremos una bala entre los ojos. Porque para ellos seremos inútiles. Eso por mencionar sólo algunos ejemplos, situaciones que ustedes jamás tendrán que pasar, ya que ustedes están hasta arriba

        A este paso tomó la palabra el lagarto Si no hacemos algo ya, los insectos serán los únicos sobrevivientes además de los humanos. Yo, como representante de los reptiles, de los anfibios y de los peces, propongo investigar seriamente a los chimpancés y a los gorilas. Seres que se asemejan a esa escoria para la Tierra llamada hombre. ¿Y si acaso ellos son espías de los humanos, infiltrados dentro de la fauna?

¡Cuántas estupideces salen de tu hocico! ¡Por chistes como esos es que el koala y el perezoso duermen tanto! dijo riendo el canguro Por eso es que nadie toma en serio a los de su especie

Dejando de un lado las ridiculeces dijo seriamente el pingüino Algo que nos debería preocupar realmente es el daño que el hombre le provoca a nuestro planeta. Los únicos culpables del calentamiento global son ellos. Los glaciares, los polos, las zonas árticas se derriten y estamos siendo forzados a abandonar nuestro hábitat. Señor león, le suplico tomar las medidas necesarias. Las focas, las morsas, los osos polares y nuestros servidores no sabemos si sobreviviremos a cambios tan drásticos. Muchos peces y aves han tenido que emigrar. Y hablando en general, muchas otras especies están siendo prácticamente obligadas a dejar su hogar, por la ambición del hombre que desea apropiarse de todo lo que ve. Que un área no esté inscrita en algún registro no significa que no tenga dueño, si hay vida dentro de ese lugar ¿quiénes son ellos para arrebatárnoslo?

Luego de un tenso momento de silencio, el león meditó lo suficiente para soltar la siguiente reflexión.

Pues ya está, no podemos hacer nada. Tenemos características muy limitadas a comparación con ellos. Los caninos y felinos nos podemos defender con nuestras garras y nuestros colmillos. Los elefantes, los rinocerontes, los bisontes con sus cuernos. Las avestruces, las gacelas, algunos roedores, las aves, se les dio esa agilidad escurridiza para huir velozmente cuando presagien el peligro. Los domesticados vivirán con la suerte de tener a un hombre piadoso como dueño, los demás están condenados a vivir en la esclavitud si no se rebelan. Los puercoespines tienen espinas, los armadillos y las tortugas una impenetrable armadura, las mofetas un hediondo olor para ahuyentarlos. Las serpientes de por sí son temidas por ser denominado el animal del pecado. Los reptiles y anfibios dotados con veneno están listos para atacar y defender a los suyos. Para nuestra mala suerte; los hombres han sido bendecidos con suma inteligencia y maldad para fabricarse sus propias armas. El hombre nos quiere por nuestras pieles, por nuestras carnes, por nuestras crías, por nuestros cuernos, por nuestra leche, por el simple afán de darle muerte a algo inocente. Y eso es más que suficiente para darnos fin, a todos. Ojalá existiera algún modo para poder comunicarnos con ellos, de hablar su mismo idioma, y así mandarles nuestro mensaje, hacerles saber nuestro sentir, y, de ser posible, llegar a un común acuerdo... Pero debemos ser realistas, y aceptar nuestra condena. Así como los cientos de especies extintas que yacen en sus tumbas, es lo que nos espera. Sólo nos queda pelear hasta nuestro último aliento. Y cuando ya no podamos pelear, escapar. Y cuando ya no podamos escapar, implorar por nuestras vidas, o esperar que el hombre en su interminable y ambiciosa búsqueda del poder, se termine destruyendo a sí mismo    





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